Tras la formación de su nuevo gobierno, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha ordenado al ministro de energía que impulse el desarrollo de la industria de minería de criptomonedas en el país. La directriz tiene como objetivo aprovechar el excedente de electricidad para generar ingresos adicionales. Según un informe de prensa local fechado el 4 de marzo, el mandatario transmitió la instrucción al recién designado ministro de energía, Alexei Kushnarenko.

Durante el anuncio, Lukashenko expresó: “Observad esta minería. Si nos resulta rentable, vamos a ello. Disponemos de electricidad de sobra; dejemos que se minen las criptomonedas”. Estas declaraciones evidencian la intención de transformar un recurso energético excedentario en una oportunidad económica.

El presidente también se ha inspirado en iniciativas internacionales, mencionando al caso de Estados Unidos, donde se persigue la consolidación del país como capital mundial de las criptomonedas, incluso mediante la creación de una reserva nacional compuesta por Bitcoin, Ether y otros altcoins. “Se observa el camino que está tomando el mundo, y en particular, la mayor economía del planeta ha anunciado recientemente que conservará criptomonedas en reserva”, agregó Lukashenko.

Esta medida se enmarca en un plan más amplio de modernización de la infraestructura eléctrica de Bielorrusia, que incluye la renovación de una red de 5,700 kilómetros para atender la creciente demanda tanto de hogares como de sectores económicos.

Aunque la minería de criptomonedas continúa siendo rentable en 2025, factores como los altos costos energéticos, la eficiencia del hardware y las nuevas regulaciones pueden ejercer presión sobre sus márgenes de beneficio. No obstante, Bielorrusia destaca por ofrecer precios de electricidad considerablemente bajos —se sitúa entre los tres países europeos con tarifas más económicas— lo que refuerza su potencial como centro de minería.

Además, informes indican que en diciembre el Ministerio de Energía había registrado un creciente interés por parte de inversores, quienes han mantenido reuniones preliminares para evaluar a Bielorrusia como un posible hub minero, aprovechando la abundancia y baja costo de energía en el país.