Comediante y actor, TJ Miller, se ha lanzado de lleno hacia Bitcoin. En una charla franca durante el programa Decentralize, Miller expresó su profundo amor por la criptomoneda y sostuvo que la adopción cultural es tan importante como la inversión financiera.
Bitcoin, argumenta Miller, no es ni una compañía ni una marca, y no cuenta con un portavoz oficial. Con Satoshi Nakamoto como enigmático creador, Bitcoin se constituye esencialmente como un movimiento descentralizado. Sin embargo, contar con figuras reconocidas que respalden esta criptomoneda podría facilitar su inserción en la corriente principal.
Miller, conocido por sus papeles en Silicon Valley y Deadpool, quiere justamente eso: convertirse en un embajador cultural de Bitcoin. Durante su encuentro con Gareth Jenkinson, relató cómo se adentró en el fascinante mundo de Bitcoin, defendiendo la soberanía financiera y señalando que el humor y el mundo cripto tienen más puntos en común de lo que se piensa.
La historia comenzó de manera inesperada durante una parada para tomar café en una concurrida cafetería de Manhattan, en el marco de la Bitcoin Investor Week. Gareth, con su ‘radar bitcoinero’ en alerta, notó la presencia de Miller, quien rápidamente se mostró dispuesto a conversar sobre esta criptomoneda, desgranando sus ideas y visiones de futuro.
“Se nota mi pasión por Bitcoin. Mi objetivo es ser un referente confiable que, a través del humor, difunda el conocimiento sobre por qué comprar Bitcoin y sobre la filosofía detrás de la descentralización”, afirmó Miller con energía y convicción.
Además de sumarse a una creciente lista de celebridades—como Tom Brady, Kanye West y la senadora Cynthia Lummis—que han manifestado su fe en el valor a largo plazo de Bitcoin, Miller destaca por querer ir más allá del mero aspecto financiero. Su interés radica en educar al público y en moldear la cultura alrededor de esta criptomoneda, resaltando su importancia en la transformación de sistemas financieros y sociales.
Con un enfoque fresco y accesible, TJ Miller propone que el uso del humor puede ser clave para desmitificar conceptos complejos y para invitar a un mayor número de personas a descubrir Bitcoin; de esta forma, lo que comenzó como un experimento financiero de nicho podría evolucionar hacia un movimiento de alcance global.