En el inicio de la sesión de Wall Street del 27 de febrero, Bitcoin retrocedió hasta los 85 mil dólares después de que se confirmara que el gobierno de Estados Unidos aplicará aranceles tanto a Canadá como a México, iniciando esta medida el 4 de marzo. La cripto sufrió una corrección en su rebote momentáneo, cayendo luego de alcanzar un máximo de 87 mil dólares, y tocó mínimos diarios cercanos a los 82 mil dólares, lo que evidenció que los compradores se quedaron sin fuerza.

El anuncio coincidió con una apertura a la baja en los principales índices bursátiles, como el S&P 500 y el Nasdaq Composite, mientras que el índice del dólar estadounidense (DXY) se fortaleció con un aumento del 0.6%, lo que compensó más de una semana de caídas. Algunos analistas atribuyeron la situación a una mayor correlación con el mercado accionario y a una reducción en la liquidez. En efecto, se registraron salidas récord de fondos de los ETFs de Bitcoin en el mercado spot, con retiros consecutivos durante seis días que totalizaron 2.100 millones de dólares, principalmente de inversores minoristas.

Expertos señalaban que, en tiempos de tensiones comerciales, el dólar se convierte en el activo de riesgo ‘más seguro’ por su estabilidad percibida, lo que desplaza parte del capital que, de otro modo, podría haber respaldado una recuperación en el precio de Bitcoin. Asimismo, algunos traders identificaron que el mercado de futuros de Bitcoin en el CME muestra un “gap” en el nivel de 77.360 dólares, el cual podría actuar como objetivo técnico para el precio en el corto plazo.

El análisis técnico sugiere que, a menos que Bitcoin logre cerrar el mes de febrero por encima de 92 mil dólares, la tendencia alcista se verá comprometida y el gráfico mensual reflejará una posible corrección definitiva, generando mayor incertidumbre en el horizonte de los inversores. Esta situación se enmarca en un contexto de volatilidad generalizada, donde tanto los indicadores tradicionales como los del mercado de criptomonedas reflejan la cautela ante nuevos desarrollos geopolíticos y económicos.