El precio de Solana alcanzó un mínimo de $125 a finales de febrero, marcando un punto bajo en lo que va del año, para posteriormente experimentar un repunte del 16%. Este alza se produjo tras el anuncio de que el CME lanzará futuros de Solana el 17 de marzo, a la espera de la aprobación regulatoria por parte de la CFTC.
Desde el 24 de febrero, la criptomoneda registró una serie de mínimos decrecientes hasta llegar a este punto crítico. Durante ese periodo, se observó una divergencia alcista en el índice de fuerza relativa (RSI), lo que sirvió de indicio para la reversión del patrón de tendencia. En el gráfico de cuatro horas se evidenció este impulso alcista, mientras que en el diario se detectó una debilidad en el patrón de swing, confirmando la posibilidad de un cambio en la tendencia.
Actualmente, Solana busca cerrar por encima de los niveles de los últimos tres días. Un cierre confirmado por sobre los $143 podría validar la señal alcista, mientras que la resistencia inmediata se establece en los $160; de ser rota y convertida en soporte, se reforzaría la noción de que $125 fue un fondo local.
Además, se debe destacar que el 1 de marzo se activarán desbloqueos de tokens, lo que incorporará 11,2 millones de SOL adicionales a la circulación. Este evento representará un incremento aproximado del 2,84% en la capitalización de mercado, actualmente valorada en 1.62 mil millones de dólares. Entre los inversores más activos en este desbloqueo se encuentran empresas como Galaxy, Pantera y Figure, que buscan consolidar ganancias significativas en sus portafolios.
Aunque se prevé una mayor volatilidad post-desbloqueo, análisis históricos de eventos similares sugieren que desbloqueos de tamaño medio suelen provocar una corrección del 5% en los 30 días previos. Algunos operadores ya pronostican un posible nuevo mínimo para Solana en el rango de $110 a $120, si bien se reconoce la fortaleza del nivel de $125 como soporte clave.
Este escenario resalta la importancia de la cautela en el mediano plazo, invitando a los inversores a realizar un análisis propio antes de tomar decisiones en un contexto de alta volatilidad.
