XRP experimentó un aumento del 8% el 1 de marzo, marcando un inesperado repunte tras semanas de incertidumbre y caídas. La subida se atribuye, en gran parte, al renovado optimismo sobre la posible retirada por parte de la SEC del largo litigio contra Ripple, que desde diciembre de 2020 ha empañado la imagen y el valor de la criptomoneda. Al mismo tiempo, recientes acciones regulatorias –con cierres de casos contra otras importantes empresas del sector– han alimentado las expectativas de una solución favorable para Ripple, lo que ha generado confianza entre los inversores.

Otro factor que impulsa esta recuperación es la actuación de las grandes ballenas del mercado, que han aprovechado las caídas para acumular importantes posiciones en XRP. Datos onchain muestran un incremento de cerca de 440 millones de tokens, valorados en casi 1.000 millones de dólares, acumulados en direcciones con grandes volúmenes, lo que sugiere una fuerte convicción de cara a una recuperación sostenida del activo.

Desde el punto de vista técnico, XRP está configurando un patrón en forma de V. Tras una brusca caída, el altcoin ha rebotado, y los indicadores, como el índice de fuerza relativa, se han recuperado considerablemente, subiendo de niveles de sobreventa a cifras que insinúan un fortalecimiento alcista. Los analistas señalan que si la resistencia en torno a los $2.74 se supera, el precio podría retomar el camino hacia máximos anteriores, acercándose a cifras de hasta un 30% de alza respecto a los niveles actuales.

A pesar de que la situación legal y los movimientos técnicos continúan siendo observados con cautela, tanto el optimismo en torno a la resolución del caso como la acumulación de grandes inversores configuran un escenario prometedor para XRP. Como siempre, se recuerda que esta información no constituye asesoramiento financiero y que cada inversor debe realizar su propio análisis antes de tomar cualquier decisión.